Sevilla se caracteriza por su industria artesana protagonizada principalmente por la cerámica y la alfarería. Las primeras labores datan de la época neolítica, aunque es en la etapa musulmana cuando adquieren una personalidad propia, enriquecida más tarde por técnicas y fórmulas de estilos clásicos.
La producción de cerámica artística se localiza en el barrio de Triana y se inicia en la época islámica. Los ceramistas hispanomusulmanes aportaron el vidriado y su aplicación a la arquitectura en fachadas, solerías, zócalos y techos. Posteriormente, el mudéjar adoptó técnicas orientales que constituyeron la base del estilo local. De este modo, comenzaron a realizarse mosaicos y azulejos, predominando las obras pintadas a mano con motivos populares.
Sorprendentemente, hoy en día muchos de estos ornamentos siguen siendo los protagonistas principales en un sinfín de calles, edificios, patios e, incluso, bodeguitas o restaurantes de nuestra ciudad.
La riqueza del Valle del Guadalquivir en barros y arcillas también tiene su aplicación doméstica y agraria. Especialmente gracias a la producción por parte de los alfareros de elementos típicos de nuestra tierra, como los cántaros o botijos, en un principio más funcionales que decorativos.
Las tierras arcillosas del Valle del Guadalquivir favorecieron la proliferación de esta industria
tweetHay que destacar también las piezas artesanales de La Cartuja, firma fundada en 1839 por Charles Pickman. Para conocer más sobre nuestra cerámica, y su barrio por excelencia, Triana, te recomendamos que visites el Centro Cerámica Triana.
La siguiente selección de establecimientos ha sido realizada conjuntamente con la asociación de comerciantes Al Centro. En nuestra ciudad encontrarás muchos otros establecimientos de gran interés y calidad. Por motivos de usabilidad, se ha llevado a cabo una selección de establecimientos que, por su tipología y productos, pueden ser de especial interés, circunscritos fundamentalmente al centro histórico y monumental de Sevilla.