El Corpus Christi es una de las principales fiestas religiosas de Sevilla y una de las más importantes de España. Te invitamos a conocer la historia de esta tradición y la forma de vivirla en Sevilla.
La fiesta del Corpus Christi tiene una larga tradición y muchos siglos de arraigo en la ciudad de Sevilla. Se celebra sesenta días después del Domingo de Resurrección, siempre en jueves. Esta fiesta tradicional de la Iglesia Católica se remonta a finales de la Edad Media y está dedicada al Sacramento de la Eucaristía, el Cuerpo y la Sangre de Cristo, representados por el pan y el vino.
La procesión del Corpus Christi es el gran acto sacramental público de la ciudad; durante unas horas, Dios se hace presente en las calles de Sevilla. Es, por tanto, para los católicos de Sevilla, una de las más importantes manifestaciones de religiosidad, fe y respeto.
La madrugada del día del Corpus Christi se respira un gran ambiente de júbilo en torno a la Catedral, y es una de las mañanas más radiantes del calendario festivo de Sevilla. Las campanas de la Giralda repican sin cesar, más aún cuando la Custodia sale de la Catedral para anunciar que Dios está en la calle.
Familias enteras con sus mejores galas buscan un rincón para no perderse esta procesión. Las calles y plazas se alfombran con plantas aromáticas (juncia y romero) y desde la noche anterior se engalanan con sus mejores galas. En balcones, escaparates, portales e iglesias se levantan altares con motivos religiosos eucarísticos y marianos alusivos a esta fiesta.
Al caer la noche de la víspera del jueves en Sevilla se vive un ambiente festivo. La ciudad sale a la calle para admirar los efímeros altares que se instalan a lo largo del recorrido de la procesión, destacando la decoración de la Plaza de San Francisco, junto al Ayuntamiento, donde dos grandes arcos de arquitectura efímera (con motivos alusivos a iglesias y monumentos de la ciudad) y se monta un gran altar con la imagen de la Virgen de la Hiniesta Gloriosa (patrona de la Ciudad de Sevilla).
Descubre las diferentes portadas del Corpus e información complementaria en el siguiente enlace:
Hay conciertos de música en plaza San Francisco.
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Podemos contemplar la exquisita decoración de los escaparates de diferentes comercios y la belleza de los ramos de flores, repostería, colgaduras, banderas y mantones con los que se suelen engalanar los balcones del centro histórico.
Hay conciertos de música en la Plaza de San Francisco y la gente aprovecha el extraordinario clima de la ciudad para disfrutar de la gastronomía y charlar en los bares y restaurantes de la zona hasta altas horas de la noche.
El jueves de Corpus Christi hay que madrugar bastante, ya que la Misa Pontificia comienza a las ocho y media de la mañana y es presidida por el Arzobispo. Participan el Cabildo Catedralicio, el clero y las principales autoridades civiles y militares de la ciudad. Los Seises, cuyos orígenes se remontan al siglo XVI, bailarán durante este evento; está formado por un grupo de baile formado por diez niños con edades comprendidas entre los 9 y los 12 años. Bailan ante el Santísimo Sacramento en el Altar Mayor de la Catedral tres veces al año: la Octava del Corpus Christi (durante los ocho días siguientes a la festividad), la Octava de la festividad de la Inmaculada Concepción (8 de diciembre) y durante el Triduo de Carnaval (tres días antes del Miércoles de Ceniza).
Los Seises bailan composiciones religiosas con coreografías simétricas entre sí. Llevan castañuelas (instrumentos de percusión de madera) en las manos, que tocan al son de sus bailes. Sus trajes tradicionales datan del siglo XVII, utilizando el rojo para el Corpus Christi y el Triduo de Carnaval y el celeste para la Inmaculada Concepción. Gozan del privilegio por bula papal de poder danzar ante el Santísimo Sacramento cubiertos por un característico sombrero de ala delantera vuelta hacia arriba adornado con plumas. En la fiesta del Corpus Christi, durante la misa, los Seises realizan tres danzas, la primera dedicada al Santísimo Sacramento, la segunda al Arzobispo y la tercera a la Corporación Municipal. Al final de este último, el alcalde les obsequia con el tradicional doblón de oro.
La procesión comenzará a las 8:30 am.
Es recomendable sentarse (por un módico precio) en las sillas situadas en determinados tramos de las calles del recorrido, ya que la procesión es larga (participan unas tres mil personas), evitando así el posible cansancio durante el largo procesión. También sería buena idea resguardarse a la sombra, ya que el sol ya calienta mucho a esta hora del día, por lo que en las calles y plazas se colocan varios toldos para proteger al público del calor. Disfrutaremos del colorido, la solemnidad y el derroche artístico y patrimonial de la procesión y los mil detalles que podremos admirar.
En torno al mediodía, pocos minutos después de la entrada de la Custodia, podemos presenciar el tradicional desfile de las tropas del ejército que participan en la procesión en la Plaza de la Virgen de los Reyes. Posteriormente, desde el altar situado en la puerta lateral del Palacio Arzobispal, partirá la procesión de la procesión del Cristo de la Sagrada Cena (llevada por costaleros al son de marchas de cornetas y tambores) para su regreso a su Iglesia en el Convento de los Terceros, que ingresará alrededor de las 15:00 horas. También por la tarde, en torno a las 20:00 horas, volverá a la Iglesia de San Julián la procesión con la Virgen de la Hiniesta desde el altar instalado en el Ayuntamiento.
Para los amantes del toreo es habitual, tras disfrutar de la singular oferta gastronómica de esta ciudad, sus magníficos restaurantes y bares, tras un suculento almuerzo y un breve descanso, el deleite de ir a ver la corrida de toros que tradicionalmente se celebra en la Real Maestranza en este día especial. Después de esta experiencia taurina, déjate llevar por la ciudad, piérdete en el encanto de sus calles, plazas y jardines; disfruta del ambiente de la noche sevillana, del frescor de sus terrazas al aire libre o junto al río Guadalquivir, de la hospitalidad de su gente... vive la ciudad al máximo.
