La famosa serie Juego de Tronos eligió Sevilla para encarnar el Reino de Dorne, pero la ciudad posee realmente una intensa historia de intrigas regias medievales que nos recuerdan a este tipo de narraciones.
Desde que Fernando III de Castilla queda enamorado de la ciudad de Sevilla, su familia se verá envuelta en tensiones personales y guerras de poder. La Torre de Don Fadrique simboliza el amor de este hijo de Fernando III con su madrastra, la viuda de su padre. Este episodio provocó graves enfrentamientos con su hermano el Rey Alfonso X ‘El Sabio’, hasta ser condenado a muerte...
En los Baños de Doña María de Padilla, un fantástico espacio del Real Alcázar de Sevilla, cuenta la leyenda que tomaba sus baños la amante del Rey Pedro I. Tal era el amor del rey por Doña María de Padilla que logró que la proclamaran reina una vez muerta.
Cuenta la leyenda que el Rey Fernando III realizó en persona una incursión disfrazado de sirvienta a la fascinante Isbiliya de aquella época. Quedó absolutamente maravillado por la ciudad que asediaba desde hacía tiempo. Tras pasar noche en una fonda de la calle Cano y Cueto (donde puedes ver hoy en día una placa) huyó hacia su campamento extramuros, al ser reconocido, perdiendo una cofia del disfraz (a la altura de la actual calle Cofia, de ahí el nombre, en el Barrio de San Bernardo).
Fernando III quedó fascinado por la ciudad que se alzaba tras las murallas.
tweetSegún la leyenda, el Infante Don Fadrique mandó construir una torre para su amada, la reina viuda de su padre Fernando III. Esta torre la puedes encontrar en los jardines anexos al Convento de Santa Clara: la Torre de Don Fadrique.
Los Baños de Doña María de Padilla, en el Real Alcázar, son el símbolo del amor de Pedro I hacia esta noble sevillana.
La Cabeza del Rey Don Pedro, un extraño busto ubicado en la calle Candilejo, se explica por una extraña historia. El Rey Pedro I el Justiciero para unos, el Cruel para otros, quiso hacer justicia con esta cabeza de piedra colocada en una esquina de esta calle al demostrarse que una noche él mismo (el propio rey) asesinó a un instigador contra él. Una vecina testigo se atrevió a hablar al caerse su candil junto al cadáver. Aun así, el rey, confiado en que no sería delatado, prometió colgar la cabeza del asesino en el lugar de los hechos. Y la vecina señaló al culpable.
El cuerpo incorrupto de Doña María Coronel se conserva en el Convento de Santa Inés, convento que ella fundó. Cuenta la leyenda que ante el acoso del rey Pedro I decidió desfigurar su rostro con aceite hirviendo.
- Las calles del Barrio de San Bernardo te retrotraerán al campamento de las tropas de Fernando III.
- Los Baños de Doña María de Padilla han servido precisamente de escenario de la serie Juego de Tronos.
- La Torre de Don Fadrique y sus jardines se pueden visitar accediendo desde el Espacio Santa Clara.