Cualquier época es buena para disfrutar de la amplia variedad gastronómica que ofrece Sevilla. Pero en verano, sentarse en una terraza con el río Guadalquivir de fondo, o la Catedral de Sevilla al lado es otra historia. La belleza que ofrece el patrimonio histórico de la ciudad hace que la velada se convierta en una experiencia única. En la capital hispalense hay lugares que son verdaderamente hermosos, como el barrio de Santa Cruz, donde te puedes relajar tras un día de turismo. También hay otros, algo más alejado de los lugares famosos, que son un reflejo del día a día de la actividad local y por lo tanto, merecen la pena ser conocidos para gozar de su ambiente.
Te proponemos una ruta de cinco espacios famosos y otros menos conocidos para ‘terracear’ a gusto, eso sí, tienes que llegar a tiempo, porque si no, es difícil encontrar mesa, ya que están muy cotizadas. Hay muchos más, claro, pero no vamos a estar aquí todo el día, ¿verdad?
Noches bohemias en la Alameda de Hércules
Este es el sitio por excelencia para disfrutar de las terrazas en Sevilla en un ambiente bohemio y multicultural. Aquí se concentra gran parte de la vida nocturna de la ciudad, aunque también destaca por su amplia y variada oferta gastronómica con restaurantes de todo tipo: vegetariano, local, de otros países, además de heladerías o repostería. A lo largo de sus 480 metros podrás elegir el local que mejor se adapte a ti, y no es una afirmación baladí, ya que realmente hay para todos los gustos y colores. Si no la conoces, tienes que descubrirla.
De 'terraceo' en el corazón de Sevilla
La plaza del Salvador se encuentra a un paso del histórico barrio de Santa Cruz y es donde se sitúa la Iglesia Colegial del Divino Salvador, un tesoro del barroco andaluz. Aquí el terraceo es tan famoso como la plaza misma. Bulliciosa desde media mañana, es uno de los lugares más famosos tanto para los visitantes como para los locales por la belleza de sus edificios y la vida que se respira. Lo ideal es llegar sobre las 13:00 horas, ya que la luz del sol embellece la experiencia.
Tapeo junto al Ayuntamiento de Sevilla
Pegado a la plaza del Salvador, bajando la Cuesta de Osario, quizás el único desnivel de Sevilla, se encuentra la plaza de San Francisco, detrás del Ayuntamiento de Sevilla, reconocible porque hay un árbol gigante cuyas ramas tienen forma cuadrada. Aquí se sitúan varias terrazas bien acondicionadas para los días de calor. Su cercanía a los lugares más famosos de la capital andaluza, sus vistas panorámicas, el razonable precio de los bares y ser una de las puertas de entrada a la zona de tiendas de moda la sitúan en el lugar perfecto para tomarse un respiro.
Una velada frente al río Guadalquivir
El paseo Colón es un camino frente al río de insuperable belleza que une la Torre del Oro con el puente de Triana. Puedes recorrerlo tanto por arriba como por abajo, donde hay más sombra y tendrás el Guadalquivir a tus pies, pero te cruzarás con gente haciendo deporte todo el rato. Allí se ubican el Teatro de la Real Maestranza o la histórica plaza de toros, y es uno de los lugares con más terrazas y encanto de la ciudad por sus idílicas vistas. Es cierto que la mayoría de ellos son locales modernos dirigidos al ocio nocturno, o taciturno, es decir, propuesta gastronómica hay poca, pero en una lista de terrazas no puede faltar.
Pegado a la plaza del Salvador, bajando la Cuesta de Osario, quizás el único desnivel de Sevilla, se encuentra la plaza de San Francisco
tweetPlaza de Jesús de la Pasión
Entre la plaza de la Alfalfa y del Salvador se encuentra la Plaza de Jesús de la Pasión, un pequeño espacio que parece estar escondido aposta. Aquí comienza la calle Cuna, una vía peatonal que recorre el centro y que tiene varios edificios históricos como el palacio de los marqueses de la Motilla, de estilo gótico y construido en 1924. Este lugar tranquilo es una burbuja en pleno bullicio callejero donde te podrás relajar después de ir de compras o de visitar los monumentos patrimoniales de la ciudad. Un dato curioso, varios autores describen este enclave en sus obras, entre ellos Miguel de Cervantes en Rinconete y Cortadillo.
Ambiente local en la plaza de los terceros
Si bien no es una de las plazas más turísticas, quien vive en Sevilla la conoce de sobra. Merece la pena ir para sentir el ambiente local que se vive en sus terrazas, y disfrutar de una propuesta gastronómica que incluye productos de calidad y típicos de la zona. Está ubicada no muy lejos de las setas, en pleno centro de Sevilla, así que uno puede pasarse sin tener que desviarse del itinerario. Allí se encuentra el bar más antiguo de Sevilla, el Rinconcillo, con una historia de más de 345 años y que destaca por sus azulejos y su decoración. Si te apetece, en el interior también hay un comedor. No te arrepentirás.